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domingo, 7 de mayo de 2017

Indias Blancas - Florencia Bonelli

Fecha de Inicio: 06 de Mayo de 2017
Fecha de Finalizacion: 02 de Junio de 2017
Autor: Florencia Bonelli
País: Argentina
Año: 2005
Género: Novela Romantica Histórica



Sinopsis:

Ésta es una historia de indios, malones y mujeres cautivas. Pero también de blancos deseosos de extender la llamada "civilización" a lo largo y ancho del país. De una familia que guarda celosamente secretos que irrumpen con fuerza en los momentos más inesperados. De una sociedad pacata que no perdona a los que osan transgredir sus normas. Y de unas personas, pocas, que se animan a tomar el camino de sus deseos más profundos. Indias Blancas es, sobre todo, la historia de un amor que no conoce límites. En 1870, Laura Escalante, una mujer de linaje intachable, comete un gravísimo error: enamorarse de un indio, el ranquel Nahueltruz Guor. En el lejano sur de Córdoba, cerca del país de los Ranculches, el amor que se profesan encuentra su lugar. Pero no por mucho tiempo. Un sinfín de fuerzas antagónicas se opondrá a esta relación: la Iglesia, la familia de Laura, su eterno pretendiente, el mundo mismo. Laura sabe que el desafío es enorme, pero guiada por el recuerdo de su tía Blanca Montes -cautiva del cacique Mariano Rosas- luchará por convertirse en otra "india blanca". Con una ambientación histórica impecable y una prosa fluida y sensual, la trama de Indias Blancas se apoderará de los lectores de la primera a la última página, e incluso más allá.

Opinión personal de Vanesa:


Lo propuse porque tenía ganas de conocer algo de esta autora tan nombrada en nuestro país, además, nunca había leído sobre indios tampoco. Me gustó, la lectura fue sencilla y en ningún momento se puso pesado.

Si bien la historia principal es la de amor entre Laura Escalante y el indio Nahueltruz Guor, en mi caso, más me atrapó la historia paralela sobre Blanca Montes, a través de sus memorias, porque por medio de Blanca pude conocer un poco de la historia de la época de Rosas, las costumbres y forma de vida de los ranqueles, la lucha entre indios y blancos. En fin, la recomiendo y pienso leer la continuación ya que me intriga saber cómo sigue la historia.

 

3 comentarios:

  1. Indias Blancas – Florencia Bonelli
    Basada en la época donde se creía que el “huinca” era el ser civilizado y los pueblos originarios eran los que debían mansamente darle paso a la colonización nace esta historia que denuncia, por medio de las Memorias de una de sus protagonistas, los gritos acallados de los dueños de las pampas. Esta conquista al desierto, que no era territorio vacío, fue una dura lucha en la que blancos e indígenas defendían lo que por derecho creían que les correspondía. Sin duda estamos frente a una novela con un rico contenido histórico y creo que está muy bien ambientada.
    De las dos protagonistas la que mejor personificada está es Blanca Montes. A ella que tuvo una vida llena de pérdidas, desprecios familiares, pobreza y abandonos la considero capaz de amoldarse a las tolderías y a adoptar a los indios como su nueva familia. En “Tierra Adentro” ella fue libre, pudo ejercer la medicina, se entregó a un hombre por amor y no por miedo, tuvo hijos y fue feliz. No creo que Laura Escalante se hubiese atrevido a vivir así por eso la autora trama ese abrupto final. Si bien muero de ganas de leer la segunda parte seguramente me voy a encontrar con un indio que ha logrado multiplicar la herencia que le deja su hermano, quizás con algún tipo de poder en la sociedad, que primero odiará a la doncella para luego determinar que la separación ha sido un mal entendido y superando todos los escollos llevar una vida de amor y riqueza. Ya se los aclararé cuando la lea porque si de algo estoy segura es que ¡No me voy a quedar con la intriga!
    Lo que tengo para criticar es que si cuento las palabras que se dijeron Laura y Nahuel en toda la historia creo que no llego a llenar una hoja pero si de pasión se trata…mamita! ¿eran tan fogosas e inescrupulosas las señoritas de sociedad en el 1870? Lo dejo a criterio de cada una.
    En esta obra se delata lo machista del pueblo latinoamericano. El machismo indígena que sacrificaba a cuanta mujer se le cruzara por la muerte de un cacique, que podían tomar a mas de una concubina, sin importar raza ni credo, someterlas a sus deseos y hacerlas sus esclavas. El machismo de los colonizadores, que no permitían que una mujer se cultive, que tenga una profesión, que sea libre de tomar decisiones, que cuando lograba rescatarse a una cautiva de los indios era discriminada, que separaban a las mujeres indias de su pueblo para convertirlas en sirvientas o prostitutas. Esa mujer cautivada, esclava, dócil, servicial, aminorada, podemos llamarla Argentina. Porque esa mujer, india, blanca o negra, llevó en su seno la semilla mezclada de razas varias, sembrada en su vientre muchas veces con violencia y que a base de humillación, lucha y dolor ha dado a luz al pueblo que hoy formamos todos. Si esta Argentina hoy escribiera sus memorias contaría como los conquistadores se apropiaron de su parte aborigen, como luego los aborígenes, en represalia, tomaron por la fuerza a su parte blanca y mestiza. Más tarde denunciaría a los militares que tomaron cautivas a las mujeres de sus opositores, las violaron y se quedaron con sus hijos y con angustia contaría, que a pesar de los años transcurridos, todavía hoy se confina a la mujer en cautiverio para prostituirlas. Si hoy leyésemos esas memorias tal vez tendríamos menos próceres y el día del descubrimiento de América en vez de hacer una fiesta rezaríamos una oración.

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  2. Indias blancas de Florencia Bonelli se presenta como una historia apasionada en medio de una de las etapas más sangrientas de la historia Argentina como fue la reorganización del territorio nacional, una lucha incesante de poder e intereses. Por un lado acaudalados terratenientes que con el objetivo de extender la llamada “civilización y las fronteras eran capaces de aplastar a cualquier paria que se interpusiese en su camino, y por el otro Los Ranqueles, tozudos por naturaleza, quienes defenderán con uñas y dientes su “Ñuke Mapu” (tierra) destrozando con una brutalidad extrema a todo aquello que amenace destruirlos. En este contexto los personajes cobran vida, fundiéndose verdaderos e imaginarios, la autora comienza a narrarnos de una manera elocuente sucesos verídicos que se confunden con los ficticios, dándonos una visión clara de ambas caras de la moneda, ya lo decía Gertrudis “La mera verdad es que la verdad no existe, depende del punto de vista de donde se mire”.
    Dos historias paralelas, unidas por la sangre pero separadas por el tiempo.
    Todo comienza cuando Laura hija menor del general Escalante, decide escapar con la complicidad de la fiel María Pacha y de su eterno enamorado Julián Riglos para velar por su hermano, que yace presto a morir en un frio convento de Río Cuarto, mientras dedica sus días a cuidarlo con esmero llega a sus manos un diario que cuenta en primera persona las vivencias de Blancas Montes, mujer enigmática, de la cual poco se sabe porque toda su historia fue guardada con recelo.
    Blanca, dueña de un apellido de renombre de la sociedad porteña no se crió entre algodones, ni finos encajes, así lo decidió su padre al casarse con una lavandera pobre dejandolos excluidos de la élite del momento, desde pequeña sufre muchas pérdidas importantes ya sea por la muerte, la locura o el destino y cuando todo comienza a encaminarse en su vida, cae cautiva en cuerpo y alma.
    Sin lugar a dudas Blanca se convirtió en mi personaje favorito, no es difícil para mí imaginar su angustia, su desconsuelo, su miedo y la soledad en aquel reino de gramilla infinita y de horizonte eterno, pero contra todo pronóstico hecho raíces, pario el fruto su cuerpo, se debatió entre el amor y el odio y se volvió loca cuando el desarraigo le traspaso el cuerpo, supo reinventarse una y otra vez, con el alma partida , mitad huinca, mitad india, encontró la paz absoluta en un amor de brazos morenos.

    Laura en cambio me produjo una sensación de fastidio, se la presenta como niña rica y de una inmoral intachable y sin embargo se muestra bastante” gauchita” para la época, bamboleando sus senos blancos adonde se diera el momento, enamorada de Nahueltruz Indio famoso por sus ojos grises y sus músculos de hierro, ambos perdidos por la lujuria, parecen que se olvidan del resto. Mucho es demasiado y así lo demuestra la autora cuando relata la violación que sufre Laura en manos de su amado, para mi completamente innecesaria , pero ellos son solo el nexo para la continuación de la segunda parte de la historia que aunque parezca predecible me adentraré en sus páginas para ver qué sucede con este par de tortolos hambrientos .

    Haciendo un balance general, me gusto la historia, está bien narrada con un vocabulario bastante complejo supongo que acertado para la época, Dejando de lado los matices rosas y los personajes hermosos y perfectos tan típicos de Bonelli, encontré más allá de la historia de amor otras historias que abordan temas más complejos, que hablan de ambiciones desmedidas, de tradiciones tan ajenas, de estirpes sociales y de bravía resistencia, mujeres cautivas (blancas e indias) entre salvajes que caen en el olvido y la indiferencia.
    Dos mundos tan distintos enfrentados por el poder de la tierra, unos encaprichados por poseerla y otros desesperados por defenderla

    “Cuando la sangre de tus venas retorne al mar, y el polvo en tus huesos retorne al suelo, quizás recuerdes que esta tierra no te pertenece a ti, sino que tú perteneces a esta tierra”
    (Proverbio de los nativos Americanos)

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  3. Indias Blancas es una historia que no me disgusto, pero no terminó de atraparme. En partes, el vocabulario que utilizó la autora me resulta muy forzado y rebuscado, cosas que hicieron que no me termine de creer la lectura.
    Si me gustó la descripción que hizo de Tierra Adentro y la vida que llevaban los indios, esos fueron detalles que lograron situarme en ese paisaje.
    Considero que la historia de Blanca, supera ampliamente a la de Laura, y el desenlace que le dio a esta última, era muy predecible.
    Es un libro de lectura rápida y sencilla, aconsejable para quienes gustan de la historia romántica, pero sin mucho condimento.

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